China está intensificando su respuesta a las acciones comerciales de EE. UU. mediante la implementación de medidas no arancelarias dirigidas a empresas y sectores estadounidenses específicos. Estas acciones señalan una ampliación del conflicto económico más allá de los aranceles.
El 4 de abril de 2025, el Ministerio de Comercio de China impuso restricciones a la exportación de siete elementos de tierras raras e imanes vitales para los sectores de defensa, energía y automotriz, exigiendo licencias de exportación especiales. Esto siguió a los aumentos arancelarios del presidente estadounidense Trump sobre los productos chinos. Además, se han iniciado investigaciones antimonopolio contra empresas como DuPont, con investigaciones sobre DuPont China por presuntas prácticas monopolísticas.
Añadiendo presión, se informa que se ha ordenado a las aerolíneas chinas que detengan las entregas adicionales de aviones Boeing y cesen las compras de equipos relacionados. Estas medidas, combinadas con las restricciones a los minerales críticos y el estímulo para que los usuarios nacionales reemplacen la tecnología estadounidense, sugieren un movimiento hacia la desvinculación económica. Estados Unidos ha respondido imponiendo aranceles de hasta el 245% a los productos chinos.