Kuala Lumpur, 10 de enero de 2025 – Malasia se posiciona como un actor clave en el sudeste asiático, atrayendo inversiones extranjeras en un entorno económico estable. El primer ministro Anwar Ibrahim anunció planes para aprovechar las ventajas geográficas del país y establecerse como un centro de fabricación de energía y semiconductores.
La economía malaya ha mostrado una recuperación significativa, impulsada por inversiones estratégicas, especialmente en energía renovable e infraestructura de inteligencia artificial. Anwar destacó que la inflación se mantiene estable y que el ringgit ha tenido un buen desempeño, con el mercado de valores liderando la región.
Para 2025, Malasia busca mejorar sus capacidades en petróleo y gas, semiconductores y finanzas islámicas, aspirando a convertirse en un líder mundial en estos sectores. El ministro de Economía, Rafizi Ramli, reveló planes para producir chips de unidades de procesamiento gráfico (GPU) nacionales para satisfacer la creciente demanda de IA y centros de datos en los próximos cinco a diez años.
Malasia representa actualmente el 13 % del mercado global de pruebas y empaquetado de semiconductores y tiene como objetivo más de 100 mil millones de dólares en inversiones para este sector. El país está bien posicionado para atraer negocios a medida que las empresas chinas de chips buscan diversificar sus operaciones en el extranjero, con recientes inversiones multimillonarias de empresas como Intel e Infineon.
El año pasado, Malasia también recibió inversiones digitales significativas de importantes empresas tecnológicas, incluida Google de Alphabet, lo que contribuyó al crecimiento económico que superó las expectativas del mercado en la segunda mitad del año.