A medida que los días del presidente Biden en el cargo se acercan a su fin, las discusiones sobre posibles indultos para adversarios políticos se intensifican. El senador de Massachusetts, Ed Markey, ha instado a Biden a indultar preventivamente a demócratas que podrían enfrentar persecución bajo una segunda administración de Trump.
Markey caracterizó la presidencia de Trump como probablemente marcada por la venganza contra aquellos que percibe como enemigos. Sugirió que Biden debería actuar rápidamente para mitigar las posibles acciones de represalia de Trump.
Expertos legales y otros demócratas han hecho eco de este sentimiento, abogando por indultos amplios que abarcarían a varias figuras políticas objetivo de Trump. John Dean, un exasesor del presidente Nixon, recomendó públicamente que Biden emita indultos para los enemigos percibidos de Trump para prevenir la retribución.
Trump, quien ha sido crítico con figuras como la excongresista Liz Cheney y el representante Bennie Thompson, los ha acusado de mala conducta relacionada con las investigaciones del comité del 6 de enero. Ha sugerido que aquellos que se opusieron a él deberían enfrentar consecuencias legales.
Ante estos desarrollos, la administración Biden enfrenta una creciente presión para navegar por las complejidades de los indultos mientras aborda las implicaciones del posible regreso de Trump al poder.