WASHINGTON - El presidente electo Donald Trump se prepara para atacar las regulaciones federales iniciadas por el presidente Joe Biden que promueven automóviles eficientes en combustible y la transición a vehículos eléctricos.
Esta iniciativa se alinea con la promesa de campaña de Trump de eliminar el denominado 'mandato EV', aunque no existe un mandato formal. Las regulaciones de Biden exigirían a los fabricantes de automóviles producir al menos el 35% de vehículos eléctricos para el 2032 y eliminar gradualmente los vehículos de combustibles fósiles.
La administración entrante tiene la intención de debilitar los estándares de eficiencia de combustible y las regulaciones sobre emisiones de escape establecidas por la National Highway Traffic and Safety Administration y la Environmental Protection Agency. Se espera que Trump dirija a estas agencias para que reconsideren las regulaciones de Biden.
Informes indican que el equipo de transición de Trump también está considerando la eliminación del crédito fiscal de $7,500 para la compra de vehículos eléctricos, una medida que podría obstaculizar el mercado de vehículos eléctricos en EE. UU.
Durante el primer mandato de Trump, tomó casi tres años revocar regulaciones similares de la administración Obama. El equipo de transición busca abordar las quejas de los fabricantes de automóviles sobre las regulaciones de Biden.
Este retroceso regulatorio podría afectar a empresas como Tesla, que se ha beneficiado de la venta de créditos a fabricantes de automóviles que no pueden cumplir con los estándares federales. Aflojar estas normas podría disminuir el valor de esos créditos.
El CEO de Tesla, Elon Musk, un destacado partidario de Trump, ha sido un asesor influyente desde la elección.