El 14 de noviembre de 2024, las acciones de Tesla cayeron casi un 6% en Wall Street, junto con otros fabricantes de automóviles estadounidenses. Esta caída siguió a un informe de Reuters que indicaba que el presidente Donald Trump planea eliminar el crédito fiscal de $7,500 para la compra de vehículos eléctricos.
Rivian Automotive sufrió la mayor pérdida, con acciones que cayeron más del 14%. General Motors y Ford Motor también vieron caídas iniciales, aunque sus pérdidas se estabilizaron posteriormente.
Además, Ford anunció que pagará una multa de $165 millones para resolver acusaciones sobre retrasos en los retiros de vehículos con cámaras de reversa defectuosas.
Antes de esta caída, Tesla había visto un aumento de casi el 40% en su valor tras las elecciones presidenciales estadounidenses del 5 de noviembre, ya que los inversores anticipaban beneficios de una nueva administración Trump.