Informes indican que, en diciembre de 2018, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, consideró destituir al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, lo que desató la ansiedad de los inversores y el temor a la inestabilidad económica. Las críticas de Trump a las políticas de tipos de interés de la Fed suscitaron preocupación por la independencia del banco central.
Los analistas advirtieron que la destitución de Powell podría desencadenar importantes repercusiones en el mercado, como el aumento de las expectativas de inflación y la subida de los rendimientos de los bonos. La posible devaluación del dólar estadounidense también era motivo de preocupación.
Los expertos destacaron el liderazgo firme de Powell y advirtieron que incluso la amenaza de su destitución enviaba señales inquietantes a los mercados. Finalmente, Powell permaneció en su puesto a pesar de las consideraciones informadas.