El Banco Central de la República de Turquía (TCMB) ha mantenido su postura de política monetaria restrictiva, citando la necesidad de lograr una desinflación duradera y la estabilidad de precios. El gobernador del banco, Fatih Karahan, anunció que predicen que la inflación alcanzará el 24% para finales de 2025, mientras que mantienen su pronóstico del 12% para finales de 2026. El TCMB también fijó un objetivo de inflación del 5% a mediano plazo.
Karahan destacó el continuo proceso de desinflación, con la inflación al consumidor cayendo al 42,1% en enero. Atribuyó esta disminución a la política monetaria restrictiva, que ha llevado a una estabilización de la lira turca y una disminución de las expectativas de inflación. El TCMB también señaló una mejora significativa en el saldo de la cuenta corriente, con el déficit de la cuenta corriente disminuyendo al 0,7% de la renta nacional en el tercer trimestre de 2024.
El tipo de interés de política del TCMB se mantiene en el 45%, después de haber sido reducido del 50% en diciembre. El banco enfatizó que esta decisión se tomó para mantener la restricción necesaria al tiempo que se asegura un proceso de desinflación gradual. El TCMB también anunció que han comenzado a realizar subastas de repos de 4 semanas, con el objetivo de extender el vencimiento de las operaciones de esterilización.
El TCMB ha estado reduciendo activamente el saldo del Mecanismo de Protección de la Lira Turca (KKM), que ha disminuido a $29 mil millones desde más de $140 mil millones en agosto de 2023. El banco espera que esta reducción fortalezca el mecanismo de transmisión monetaria y reduzca los riesgos en el balance del banco central.
Las últimas previsiones de inflación del TCMB reflejan el compromiso del banco de lograr la estabilidad de precios. La política monetaria restrictiva del banco, junto con el proceso de desinflación en curso y la reducción del saldo del KKM, sugieren un enfoque continuo en el control de la inflación en la economía turca.