Los bancos centrales europeos están cambiando hacia reducciones de tasas de interés en la segunda mitad de este año, ya que la inflación tiende a niveles objetivo, con expectativas de movimientos similares en 2024.
El enfoque principal de los bancos centrales en toda Europa es reducir las tasas de interés, haciendo que el endeudamiento sea más barato y mejorando el acceso al crédito.
A pesar de su mandato principal de mantener la estabilidad de precios, los bancos centrales no se han apresurado a tomar decisiones sobre las tasas de interés. Después de aumentos rápidos en 2022 y 2023 para combatir la inflación, los primeros pasos hacia el alivio de la política se dieron solo después de que surgieran resultados tangibles.
Frente a una inflación persistentemente alta, los bancos centrales europeos esperan que la inflación muestre una tendencia a regresar a los niveles objetivo antes de iniciar recortes de tasas. Sin embargo, las diferentes situaciones nacionales han llevado a velocidades variadas en el alivio de las políticas monetarias en los países europeos.
En respuesta a aumentos de tasas sin precedentes en 2022 y 2023, el Banco Central Europeo (BCE) comenzó su primer recorte de tasas en junio de 2024, reduciendo sus tres tasas de política clave en 25 puntos básicos. Esto marcó el primer recorte en cinco años.
Tras esta decisión crucial, el BCE continuó implementando más recortes a lo largo del año, culminando en un total de cuatro reducciones. La tasa de depósito ahora se sitúa en el 3%, la tasa de refinanciamiento en el 3,15% y la tasa de préstamo marginal en el 3,40%.
La inflación anual en la zona euro se registró en un 2,2% en noviembre, alineándose con el objetivo del BCE. Los analistas predicen que el BCE podría reducir las tasas al 1,5% para finales de 2025, con expectativas de un total de 100 puntos básicos en recortes durante el año.
Mientras tanto, el Banco de Inglaterra (BoE) mantuvo su tasa política en 5,25% hasta agosto de 2024, cuando implementó una reducción de 25 puntos básicos. El BoE ha hecho dos recortes este año, llevando la tasa a 4,75% en noviembre.
El Banco Nacional Suizo (BNS) ha liderado el camino en la flexibilización de la política entre los países desarrollados, reduciendo su tasa al 0,5% tras una serie de recortes a lo largo del año.
El banco central de Noruega, Norges Bank, ha mantenido su tasa política en 4,5% desde diciembre de 2023, señalando la posibilidad de su primer recorte en marzo de 2025.
En Suecia, el Riksbank también ha estado activo, reduciendo su tasa política en 150 puntos básicos a lo largo del año, siendo la última reducción llevándola al 2,5%.