Estudios recientes sugieren que la cafeína podría extender la esperanza de vida celular a través de varios mecanismos.
La investigación indica que la cafeína activa la AMPK, un sensor de energía celular, en la levadura de fisión. Esta activación puede contribuir a una mayor longevidad celular.
La cafeína también promueve el mantenimiento de los telómeros en las células de mamíferos, retrasando la senescencia celular. Este efecto se observó tanto en células cultivadas como en modelos animales.
Además, las propiedades antioxidantes de la cafeína protegen las células contra el estrés oxidativo. Esto se ha relacionado con una mayor esperanza de vida en las células de levadura.
La cafeína activa la autofagia, un proceso celular que elimina los componentes dañados, en las células de la piel humana. Esto puede ayudar a mantener la salud celular y retrasar el envejecimiento.
Se necesita más investigación para comprender completamente el impacto de la cafeína en el envejecimiento humano y determinar los niveles óptimos de ingesta.