Los rápidos avances de China en tecnología de transporte están transformando la experiencia de viaje, ofreciendo tanto a los locales como a los turistas formas únicas de explorar el rico patrimonio cultural y los impresionantes paisajes del país. Desde redes ferroviarias de alta velocidad que conectan ciudades distantes hasta el uso generalizado de vehículos eléctricos (VE) y sistemas de bicicletas compartidas, China está adoptando nuevos métodos de viaje que hacen que tanto los destinos urbanos como rurales sean más accesibles y agradables.
La reciente inclusión de Quanzhou: el emporio del mundo en la China de las dinastías Song y Yuan en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO destaca la creciente importancia de la infraestructura de viaje moderna en la preservación y promoción del patrimonio cultural. Long Shao, un popular vlogger de viajes con más de un millón de seguidores en Sina Weibo, ya ha comenzado a planificar su "tour de los 22 patrimonios" en tren de alta velocidad, aprovechando la vasta red ferroviaria de China para visitar sitios históricos y explorar tesoros tradicionales de dinastías pasadas.
Quanzhou, históricamente un puerto vital para el comercio de la Ruta de la Seda, ha sido durante mucho tiempo un centro de intercambio cultural, donde se comerciaban productos como seda, porcelana y té. Hoy en día, el viaje de Long se ve facilitado por el sistema ferroviario de alta velocidad del país, conocido por su eficiencia, asequibilidad y conectividad. "Con el tren de alta velocidad, mis planes de viaje son mucho más flexibles," explica Long. "No solo es más rápido, sino que también ofrece la oportunidad de ver mucho más."
La red ferroviaria de alta velocidad en China se extiende por más de 45,000 kilómetros, ofreciendo acceso rápido y conveniente incluso a las partes más remotas del país. Por ejemplo, un viaje de Quanzhou a Jinjiang en la provincia de Fujian toma solo 10 minutos, lo que facilita visitar múltiples sitios patrimoniales en un solo día. Long aprovechó esta eficiencia para explorar lugares como la escultura de piedra de Lao Tzu en Quanzhou y el antiguo puente de piedra en Jinjiang, todo mientras disfrutaba de delicias locales como rouyan, una sopa tradicional de empanadas de carne.
Esta eficiencia no solo está transformando la forma en que los viajeros chinos se mueven por su país, sino que también está resaltando joyas culturales menos conocidas. Long señala que la red ferroviaria de alta velocidad ha presentado muchos sitios patrimoniales más pequeños, fuera de los caminos trillados, a un público más amplio, mejorando el turismo cultural y proporcionando beneficios económicos a las regiones remotas.
Además del transporte ferroviario, los programas de bicicletas compartidas de China están ganando popularidad como una forma sostenible y agradable de experimentar las culturas locales. Kim Soo-kyung, una vlogger surcoreana con sede en Shanghái, ha utilizado bicicletas compartidas para explorar varias ciudades chinas y sumergirse en el estilo de vida local. Kim, que se refiere a sí misma como una "corredora de pandas", visita santuarios de pandas en todo el país, incluida la famosa Base de Pandas Gigantes de Shenshuping en la provincia de Sichuan.
Kim encuentra que andar en bicicleta es una forma ideal de conectarse con la esencia de cada ciudad que visita. "Puedo ver una ciudad a mi propio ritmo, de una manera que es divertida y ecológica," dice. "En Chengdu, por ejemplo, utilicé una bicicleta para visitar la escultura de panda gigante en la calle Chunxi, y eso me permitió detenerme y disfrutar de la vibrante atmósfera, llena de cultura y tradiciones locales."
Más allá de las ciudades, las opciones de viaje interno de China están ampliándose con el auge de los vehículos eléctricos (VE), que se han vuelto cada vez más populares entre los residentes locales. Los VE ofrecen una alternativa más silenciosa y ecológica a los automóviles de gasolina tradicionales, y la creciente red de estaciones de carga del país está haciendo que los viajes de larga distancia sean más factibles. En 2024, el residente de Pekín Zhang Dezhao emprendió un viaje a Xinjiang en su nuevo vehículo eléctrico, conduciendo por la carretera Duku de 560 kilómetros, una de las rutas más pintorescas de China.
La carretera Duku, que serpentea a través de glaciares, bosques y praderas, es una visita obligada para cualquiera que viaje a Xinjiang. Gracias al desarrollo de nuevos vehículos de energía y la mayor disponibilidad de estaciones de carga, Zhang y su esposa pudieron disfrutar del viaje sin las preocupaciones habituales sobre la autonomía. El auge de los VE no solo está ayudando a reducir las emisiones de carbono, sino que también está animando a más personas a explorar la belleza natural de China, desde los desiertos de Mongolia Interior hasta los paisajes exuberantes de Yunnan.
El desarrollo de vehículos autónomos es otro área en la que China está liderando el camino. Con los avances en la tecnología de conducción autónoma, incluidos los vehículos autónomos de nivel 2+ y nivel 4, viajar por el país se está volviendo aún más conveniente y futurista. Zhang, quien está involucrado en el desarrollo de sistemas de conducción autónoma, cree que estas innovaciones harán que viajar por el país sea aún más agradable, ofreciendo mayor libertad y flexibilidad tanto para turistas nacionales como internacionales.
A medida que China continúa adoptando nuevas formas de transporte, la industria turística del país se beneficia de una mayor accesibilidad y experiencias de viaje más diversas. Ya sea viajando en tren de alta velocidad, vehículo eléctrico o bicicleta, los visitantes pueden explorar fácilmente las ciudades y paisajes rurales de China, descubriendo todo, desde sitios culturales antiguos hasta centros urbanos vibrantes.
Con la expansión continua de sus redes de transporte, China está facilitando más que nunca la exploración de su rico patrimonio cultural, paisajes diversos e innovaciones modernas por parte de turistas nacionales e internacionales. La integración sin problemas de la tecnología moderna con el turismo cultural tradicional está atrayendo a un número creciente de viajeros, convirtiendo a China en un destino principal para quienes buscan tanto aventura como inmersión en una cultura única y dinámica.