En un movimiento significativo para revitalizar su sector turístico, China ha anunciado que los turistas brasileños ya no necesitarán visa para visitas cortas de hasta diez días. Esta nueva política es parte de la estrategia más amplia de China para estimular su economía tras la pandemia.
La exención de visa facilita los viajes para los brasileños, animándolos a explorar el rico patrimonio cultural y los impresionantes paisajes de China. Desde las bulliciosas calles de Pekín hasta la belleza serena de la Gran Muralla, hay innumerables atracciones esperando ser descubiertas.
Sin embargo, es importante señalar que esta exención se aplica solo al tránsito y no es recíproca para los viajeros chinos que visitan Brasil. A pesar de esto, China está ansiosa por aumentar el flujo de turistas extranjeros, con un objetivo de recibir 8,2 millones de visitantes en el tercer trimestre de 2024, lo que representa un aumento de casi el 50% en comparación con el año anterior.
Los viajeros que planean su viaje a China deberían considerar las mejores épocas para visitar, que generalmente incluyen la primavera (de abril a junio) y el otoño (de septiembre a noviembre), cuando el clima es templado y los paisajes son particularmente hermosos. Además, familiarizarse con las costumbres y la etiqueta locales puede enriquecer la experiencia de viaje, asegurando una visita respetuosa y agradable.
Este cambio de política no solo abre puertas para los viajeros brasileños, sino que también destaca una tendencia creciente en el turismo global: los países están relajando cada vez más los requisitos de visa para atraer turistas y estimular sus economías. A medida que los viajes se reanudan, este podría ser un factor clave en la configuración del futuro del turismo internacional.