Amantes de los gatos: ¿qué dicen los psicólogos sobre sus rasgos de personalidad?

Los gatos han conquistado millones de hogares. ¿Qué distingue a sus admiradores? La ciencia ha profundizado en los rasgos de personalidad de quienes prefieren a estos animales reservados. Encontró características que van más allá de simplemente gustarles sus maullidos o su independencia. A diferencia de los perros, los gatos suelen ser más reservados, independientes y discretos. Aquellos que disfrutan de este tipo de vínculo tienden a compartir ciertos rasgos emocionales y sociales con ellos. La investigación psicológica sugiere que esta afinidad no es casualidad. Según la psicóloga Patricia Pendry, las personas emocionalmente sensibles tienden a formar lazos más estrechos con los gatos, a pesar de su comportamiento más contenido. Esta profunda conexión emocional refleja una empatía refinada y una forma particular de conectar con el entorno. Los amantes de los gatos a menudo buscan entornos tranquilos, lejos del ruido y la intensidad emocional. Esta preferencia se alinea con el comportamiento sereno y pausado de los felinos. No exigen una interacción constante, pero ofrecen compañía cuando más se necesita. También se ha demostrado que estas personas tienden a manejar mejor el estrés. Por ejemplo, acariciar a un gato puede liberar oxitocina, la hormona asociada con el bienestar emocional. Por lo tanto, no es raro que quienes viven con estos animales desarrollen un mayor control sobre sus emociones en situaciones difíciles. Los gatos son animales curiosos y enigmáticos con un comportamiento a menudo impredecible. Estas cualidades a menudo resuenan con personas igualmente interesadas en lo desconocido, lo sutil y lo complejo. Son individuos que disfrutan explorando nuevas ideas, diferentes experiencias y relaciones más introspectivas. El psicólogo Samuel D. Gosling destacó que las personas que sienten afinidad por los gatos "tienden a ser más abiertas a nuevas experiencias". Comparten una atracción por explorar el entorno y la reflexión interna. Amar a los gatos no es solo una elección de mascota. Puede ser una pista sobre cómo vives, sientes y te conectas con el mundo. Si prefieres el silencio al bullicio, la reflexión a la inmediatez y el afecto auténtico a las demostraciones vacías, probablemente compartes más con tu gato de lo que crees. Y en un mundo que recompensa lo ruidoso y lo rápido, quizás esa afinidad felina sea precisamente lo que te hace especial.