La nueva función de ChatGPT de OpenAI, que transforma imágenes al estilo de Hayao Miyazaki de Studio Ghibli, deleita a los usuarios pero plantea cuestiones éticas sobre el uso de material protegido por derechos de autor por parte de la IA.
La herramienta permite a los usuarios convertir fotos en imágenes al estilo Ghibli, alimentando una tendencia en las redes sociales.
Miyazaki ha expresado previamente su fuerte desaprobación de la IA en la animación, calificándola de "un insulto a la vida".
Expertos legales cuestionan si los modelos de IA entrenados en estilos protegidos por derechos de autor requieren licencias, destacando el debate sobre la protección de los derechos de autor para el estilo artístico.
La artista Karla Ortiz critica a OpenAI por explotar la marca Ghibli e ignorar el sustento de los artistas.
OpenAI declara que permite estilos de estudio más amplios, pero el debate continúa sobre las implicaciones éticas del arte generado por IA que imita a artistas establecidos.
La controversia subraya la tensión entre la innovación tecnológica y los derechos y el sustento de los artistas humanos en la era de la IA.