Los estudios sugieren que los beneficios reportados de la microdosis, como la reducción de la ansiedad y la mejora de la creatividad, pueden atribuirse en gran medida al efecto placebo. La microdosis implica tomar cantidades muy pequeñas de sustancias como la psilocibina o el LSD.
La investigación indica que las mejoras psicológicas experimentadas por las personas que microdosifican podrían estar relacionadas con sus expectativas más que con la sustancia en sí. Algunos estudios revelan que los participantes informaron beneficios similares ya sea que tomaran microdosis o placebos. Esto destaca el importante papel del efecto placebo en los resultados de la microdosis.
Los expertos enfatizan que los efectos a largo plazo de la microdosis siguen sin estar claros, y los productos no regulados pueden plantear riesgos. Es crucial abordar la microdosis con precaución y ser consciente de los posibles peligros. La investigación en curso continúa explorando el potencial de la microdosis para las afecciones de salud mental, pero aún faltan pruebas concluyentes.