El neurocientífico Anil Seth explora la conciencia y la evolución de la percepción

Editado por: Mariia Gaia

En una reciente exploración de la conciencia, el neurocientífico Anil Seth presenta una tesis convincente en su libro, "Cómo el cerebro crea nuestra conciencia." A diferencia de la visión tradicional del cerebro como un receptor pasivo de estímulos, Seth argumenta que este construye activamente percepciones e hipótesis basadas en la información sensorial.

Seth postula que cada experiencia consciente es esencialmente una "alucinación controlada." Esto significa que nuestras percepciones no son reflejos directos de la realidad; en cambio, son interpretaciones moldeadas por las predicciones del cerebro sobre las señales sensoriales entrantes. Él afirma: "Nunca experimentamos las señales sensoriales tal como son; solo experimentamos nuestras interpretaciones de esas señales." Esta perspectiva sugiere que nuestra comprensión de la realidad es una serie de conjeturas educadas realizadas por nuestro cerebro.

Además, Seth enfatiza que estas predicciones deben ser confiables para la supervivencia. El éxito evolutivo de ciertas especies indica que sus alucinaciones controladas han aproximado consistentemente la realidad objetiva, reintroduciendo así el concepto de realidad objetiva que Seth inicialmente desafía.

En otra obra perspicaz, el matemático John D. Barrow, en "¿Por qué el mundo es matemático?", ilustra la ventaja evolutiva de un enfoque científico a través de una parábola sobre dos monos. Uno, confiando en cálculos matemáticos, salta con éxito de una rama de árbol a otra, mientras que el otro, perdido en la especulación filosófica, no sobrevive. Esta historia destaca cómo una comprensión fundamentada de la realidad ha sido un mecanismo evolutivo clave para los humanos.

Además, el físico Tullio Regge señala que la cognición y la lógica humanas han sido profundamente influenciadas por las luchas por la supervivencia en la naturaleza, reforzando la idea de que nuestra comprensión de las leyes naturales es intuitiva y esencial para la supervivencia.

Aunque el libro de Seth plantea preguntas intrigantes sobre la naturaleza de la conciencia y la percepción, también deja algunos problemas sin resolver, especialmente en relación con cómo diferentes especies perciben los colores y estímulos de manera diferente. Esta continua exploración de la conciencia sigue desafiando nuestra comprensión de nosotros mismos y del mundo que nos rodea.

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