La inteligencia artificial (IA) aún no ha alcanzado la capacidad intelectual del pensamiento humano, pero nuevas investigaciones sugieren que esto podría cambiar antes de lo esperado. Robert Johansson, investigador en psicología de la Universidad de Linköping, propone que la combinación de modelos de aprendizaje psicológico con tipos específicos de IA podría llevar al desarrollo de inteligencia artificial general (AGI) en los próximos cinco años.
En su disertación, Johansson introduce el concepto de Psicología de Máquina, que busca cerrar la brecha entre los procesos cognitivos humanos y el desarrollo de la IA. Él cree que la AGI, a diferencia de los sistemas de IA actuales, tendrá un impacto significativo en la sociedad al permitir nuevos tipos de agentes, como investigadores o psicólogos virtuales.
Johansson reconoce los riesgos potenciales asociados con la AGI, enfatizando la importancia de manejar esta tecnología con cuidado. Argumenta que, si se desarrolla de manera responsable, la AGI podría ayudar a fomentar una sociedad más empática.
Su enfoque, basado en la psicología del aprendizaje moderno, utiliza el Sistema de Razonamiento No Axiomático (NARS) para crear una IA que aprende de experiencias, similar al desarrollo humano. Johansson afirma que lograr esto resolvería el rompecabezas de crear una IA que realmente piense como un humano.
A medida que organizaciones como Google DeepMind comienzan a explorar la Psicología de Máquina, el futuro de la IA y su potencial conciencia sigue siendo un tema de gran importancia. Johansson advierte que las consideraciones éticas sobre los derechos y responsabilidades de la AGI deben abordarse a medida que esta tecnología evoluciona.