Las organizaciones dedican mucho tiempo y energía a centrarse en métricas como la rentabilidad, la productividad y la eficiencia. Si bien estos son indudablemente importantes, hay un elemento a menudo pasado por alto que desempeña un papel crucial en el logro del éxito a largo plazo: la amabilidad. La amabilidad dentro de una organización conduce a un mayor bienestar de los empleados, a mejorar las relaciones con los clientes y, en última instancia, a un negocio más exitoso y sostenible.
La amabilidad en el lugar de trabajo aumenta significativamente la moral de los empleados. Cuando los líderes y colegas se tratan entre sí con respeto y compasión, se crea un ambiente de trabajo positivo. Los empleados que se sienten valorados y respetados son más propensos a involucrarse en su trabajo, lo que lleva a niveles más altos de productividad y creatividad. Los empleados comprometidos también son menos propensos a experimentar agotamiento, lo que puede ser costoso para cualquier organización. Según Gallup, "Las empresas con un mayor compromiso de los empleados ven un aumento del 21% en la rentabilidad." Sin embargo, según otro estudio de Gallup, el 59% de los empleados en todo el mundo están desenganchados. La amabilidad puede ayudar.
Una cultura de amabilidad fomenta la colaboración y el trabajo en equipo. Cuando los empleados se sienten seguros y apoyados, están más dispuestos a compartir ideas y colaborar en proyectos. Esto lleva a un entorno de trabajo más innovador y dinámico donde se valoran las diversas perspectivas, a medida que la amabilidad se propaga. El dibujante de Dilbert, Scott Adams, nos recuerda que "No existe un pequeño acto de amabilidad. Cada acto crea una onda sin un final lógico." La amabilidad ayuda a derribar los silos dentro de las organizaciones, promoviendo una cultura de comunicación abierta y respeto mutuo. Esto es particularmente importante hoy en día, donde la capacidad de adaptarse e innovar rápidamente puede ser una ventaja competitiva clave.
Para ser un líder efectivo hoy en día, necesitas ser un líder auténtico. El liderazgo auténtico se caracteriza por la autoconciencia, la empatía, la vulnerabilidad y la compasión. Los líderes que demuestran amabilidad pueden inspirar y motivar a sus equipos de manera más efectiva que aquellos que confían únicamente en la autoridad y el control. "El 70% del compromiso de un equipo está relacionado con las acciones, decisiones y características de personalidad del jefe," según Gallup. Los líderes amables son mejores para construir confianza, lo que permite a los empleados asumir riesgos y buscar soluciones innovadoras sin temor a represalias. También fomentan un sentido de lealtad y compromiso, ya que los empleados son más propensos a quedarse con líderes que muestran una preocupación genuina por su bienestar.
Una cultura de amabilidad fomenta un ambiente positivo que atrae a los mejores talentos, ya que las personas se sienten atraídas por oportunidades donde se valoran el respeto y la amabilidad. Esta cultura también promueve la inclusión y la diversidad, ya que la amabilidad ayuda a derribar barreras, fomentando la comprensión y la aceptación. Alexis Redding, miembro de la facultad de la Harvard Graduate School of Education, ejemplifica esto cultivando un entorno de aprendizaje inclusivo y de apoyo a través de sus gestos considerados. Es conocida por llevar bocadillos a sus clases nocturnas, sabiendo que los estudiantes vienen directamente del trabajo y que la cafetería está cerrada. Envía mensajes de bienvenida personalizados a sus estudiantes en línea y notas escritas a mano a aquellos que enfrentan desafíos personales. Un estudiante dijo sobre Redding, "Es tan natural que parece casi inconsciente de su parte, lo que lo hace aún más impresionante, porque claramente ha puesto tanto esfuerzo en ser la increíble instructora que es y en crear un ambiente seguro, reflexivo y de apoyo." Su enfoque compasivo le valió el Morningstar Family Teaching Award 2023. Las organizaciones que priorizan una cultura positiva son más resilientes y están mejor preparadas para enfrentar desafíos.
La amabilidad no solo es beneficiosa dentro de la organización; también se extiende a los clientes y otras partes interesadas. Las empresas que priorizan la amabilidad en sus interacciones con las partes interesadas son más propensas a construir relaciones sólidas y duraderas. Jacki Marks, Directora Global de Marcas Comerciales de ALG Vacations, dijo: "La amabilidad siempre ha estado en el corazón de ALG Vacations -- está en nuestro ADN. Pero al hacer una inversión consciente en nuestros asesores de viajes e incorporar intencionadamente la amabilidad en nuestras políticas de primera línea, hemos expandido nuestro movimiento de amabilidad en nuestras prácticas comerciales. Esta es una inversión en las personas que más nos importan." Las partes interesadas que se sienten valoradas y respetadas son más propensas a convertirse en defensores de la marca. Esto lleva a una mayor lealtad y a un marketing de boca a boca positivo. Según The Temkin Group, "Las marcas con una experiencia del cliente excepcional generan 5.7 veces más ingresos que sus competidores."
La amabilidad está estrechamente relacionada con la ética. Cuando la amabilidad es un valor fundamental, los empleados son más propensos a actuar con integridad y a tomar decisiones que se alineen con los valores de la organización. Esto ayuda a prevenir prácticas que pueden dañar la reputación y los resultados de una empresa. Las organizaciones conocidas por su comportamiento ético y su compromiso con la amabilidad son más propensas a atraer socios e inversores que compartan valores similares.
La amabilidad es un elemento poderoso y a menudo subestimado de una organización exitosa. Al priorizar la amabilidad, las organizaciones pueden crear un entorno de trabajo más solidario y productivo, lo que lleva al éxito y la sostenibilidad a largo plazo. En un mundo donde las empresas luchan constantemente por una ventaja competitiva, la amabilidad podría ser el ingrediente secreto que distingue a las organizaciones más exitosas.