En una reflexión sincera sobre su transición de una exitosa fotógrafa de bodas en Nueva York a madre ama de casa en Illinois, Kelsey Combe comparte su viaje a través de la maternidad durante la pandemia. Después de dar a luz a su primer hijo en octubre de 2019, sus planes se vieron alterados por la crisis del COVID-19, llevándola a asumir el papel de ama de casa en medio del caos.
Combe describe la naturaleza abrumadora de la crianza a tiempo completo, destacando las constantes demandas de sus hijos y el aislamiento que a menudo acompañaba su rol. "Me sentía 'abrumada' ya que estaban constantemente a mi alrededor, buscando mi atención," recuerda. Los desafíos se agravaron por la falta de tiempo personal, con Combe admitiendo que solo se duchaba una vez a la semana debido a las interminables responsabilidades de la crianza.
A pesar de las alegrías de la maternidad, Combe enfatiza el costo emocional que esto tuvo en ella, notando que a menudo se sentía invisible y no escuchada. "Deberíamos dejar de decirles a las mujeres que deben estar agradecidas y en su lugar reconocer los aspectos difíciles y aislantes de ser ama de casa," afirma.
Después de años de equilibrar las necesidades de sus hijos y sus propias aspiraciones, Combe tomó la decisión en junio de 2023 de inscribir a sus hijos en la guardería, reconociendo la necesidad de encontrar tiempo para su negocio de fotografía. "Ahora que están en la guardería, me siento humana de nuevo," expresa, disfrutando de la oportunidad de gestionar su hogar sin interrupciones constantes.
Sin embargo, la carga financiera de la atención infantil sigue siendo un obstáculo significativo, con Combe deseando haber podido volver a trabajar antes si la guardería no hubiera sido tan cara. Su historia sirve como un recordatorio conmovedor de las complejidades de la maternidad moderna y la necesidad de apoyo y comprensión para navegar estos desafíos.