Asturias inaugura el primer invernadero subterráneo de España en una antigua mina

Editado por: Olga Samsonova

El Principado de Asturias ha puesto en marcha un innovador proyecto agrícola al convertir una antigua bocamina del pozo Carrio, en Laviana, en el primer invernadero subterráneo del país. Esta iniciativa, enmarcada en el programa Agroalnext, busca desarrollar una agricultura más sostenible, digitalizada y resiliente al cambio climático.

El proyecto piloto emplea técnicas de hidroponía, un método que permite cultivar sin suelo, utilizando iluminación LED para el desarrollo de las plantas en un entorno cerrado sin luz natural. En la galería La Raya se están cultivando diversas especies, como brotes comestibles, plantas aromáticas, hojas verdes, wasabi, guisantes, hongos y salicornia, una planta halófita que se adapta a ambientes extremos.

El objetivo es identificar qué especies pueden prosperar en condiciones subterráneas, abriendo una nueva vía de producción agroalimentaria eficiente y con bajo impacto ambiental. Este proyecto forma parte de una estrategia más amplia para revalorizar las antiguas explotaciones mineras asturianas, transformándolas en espacios para actividades emergentes como la agricultura avanzada, el almacenamiento digital o la investigación de hábitats extraplanetarios. Con más de 5.000 kilómetros de galerías subterráneas en el Principado, las posibilidades de reutilización son amplias y variadas.

El consejero de Ciencia, Industria y Empleo, Borja Sánchez, destacó la importancia de este tipo de proyectos que combinan innovación, ciencia y desarrollo sostenible. Según sus palabras, "este invernadero bajo tierra representa una apuesta decidida por nuevas formas de producción adaptadas al futuro, ayudando a romper la estacionalidad de los cultivos y ofreciendo soluciones frente al cambio climático".

A nivel internacional, el uso de espacios subterráneos como minas o búnkeres para agricultura ya cuenta con ejemplos en países como Reino Unido, Finlandia o Italia. Sin embargo, es la primera vez que se implementa en España dentro de una antigua galería minera. Estas infraestructuras ofrecen ventajas como condiciones térmicas y de humedad constantes, menores necesidades energéticas y la posibilidad de mantener cultivos durante todo el año.

Los resultados de esta fase experimental servirán como base para futuras explotaciones en otros yacimientos subterráneos, con la ambición de crear invernaderos sostenibles, autosuficientes y capaces de aprovechar los recursos de las antiguas minas, como el agua acumulada o las conexiones energéticas existentes. Esta experiencia pionera marca el inicio de una nueva etapa para las cuencas mineras asturianas, con la mirada puesta en el desarrollo tecnológico, la seguridad alimentaria y la reconversión verde del territorio.

Fuentes

  • FreshPlaza

  • Vertical Farm Daily

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